Cantar del agua del río.
Cantar continuo y sonoro,
arriba bosque sombrío
y abajo arenas de oro.
Cantar...
de alondra escondida
entre el oscuro pinar.
Cantar...
del viento en las ramas
floridas del retamar.
Cantar...
de abejas ante el repleto
tesoro del colmenar.
Cantar...
de la joven tahonera
que al río viene a lavar.
Y cantar, cantar, cantar
de mi alma embriagada y loca
bajo la lumbre solar.
domingo, 20 de octubre de 2013
lunes, 9 de septiembre de 2013
Conversando - Evaristo Carriego
El libro sin abrir y el vaso lleno.
-Con esto, para mí, nada hay ausente-.
Podemos conversar tranquilamente:
la excelencia del vino me hace bueno.
Hermano, ya lo ves, ni una exigencia
me reprocha la vida..., así me agrada;
de lo demás no quiero saber nada...
Practico una virtud: la indiferencia.
Me disgusta tener preocupaciones
que hayan de conmoverme. En mis rincones
vivo la vida a la manera eximia
del que es feliz, porque en verdad te digo:
la esposa del señor de la vendimia
se ha fugado conmigo...
-Con esto, para mí, nada hay ausente-.
Podemos conversar tranquilamente:
la excelencia del vino me hace bueno.
Hermano, ya lo ves, ni una exigencia
me reprocha la vida..., así me agrada;
de lo demás no quiero saber nada...
Practico una virtud: la indiferencia.
Me disgusta tener preocupaciones
que hayan de conmoverme. En mis rincones
vivo la vida a la manera eximia
del que es feliz, porque en verdad te digo:
la esposa del señor de la vendimia
se ha fugado conmigo...
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