lunes, 12 de enero de 2009

Obsequio de Bodas (Martín Goycoechea Menéndez)

La secular pobreza que asedia a los poetas
hace que sólo ofrezca un ramo de violetas
vuestra grácil novia, pues en cuestión de amores
una epopeya ha sido siempre un ramo de flores.

Vuestra novia es graciosa y muy dulce y muy bella;
lo galante sería ofrendarle una estrella
o un cordero blanco con grandes moños rosas,
o sobre una azucena un par de mariposas.

Y en su defecto, fuera un obsequio cumplido
dos tórtolas albísimas sobre el plumón de un nido,
mas, como enviaros eso no puedo, por mis penas,

aunque haya mariposas, estrellas y azucenas,
luciendo una sonrisa, va el ramo de violetas
como la pobre ofrenda que usamos los poetas.

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